Duramente ha calado en la dignidad de la población loína, las imágenes de una simple linterna a pilas, alumbrando el quirófano cuando un poblador de Socaire, era operado de apendicitis en el hospital “Carlos Cisternas”, luego que el generador sucumbiera ante la nevazón que afectó a Calama.

Sin embargo, también entiende que no puede quedar sumida en lamentos, sino debe poner manos a la obra para revertir el difícil cuadro de atención en salud, en vista de la frágil condición que presenta el viejo hospital y se desenreda el proceso judicial que envuelve a la construcción a medio terminar del nuevo hospital.

Así lo entendió la Mesa Comunal de Salud durante la reunión que sostuvo la presente semana, no obstante asumir las ásperas críticas de los voceros del Movimiento Ciudadano y que apuntan sus dardos al centralismo en desmedro de las regiones.

La reunión fue encabezada por el intendente regional Valentín Volta, el gobernador provincial, Claudio Lagos, el alcalde de Calama, Esteban Velásquez, junto a profesionales de la salud, seremis, consejeros, concejales y voceros de la asamblea ciudadana.

Para el intendente Volta, “todo lo que venga de aquí en adelante, será mucho mejor de lo que tenemos hoy”. En lo inmediato comprometió 1.500 millones de pesos destinados, por ejemplo, a reparar el sistema eléctrico.

Otra carencia a corregir es le exigua formulación de proyectos, que no dejó la nieve, sino cierta desidia de la administración anterior que, como se recordó, en 4 años sólo presentó un proyecto en salud, referido a la adquisición de un mamógrafo.

En vista que no se concibe la entrega de recursos sin el respaldo de un proyecto, en la oportunidad se acordó  incorporar un equipo de profesionales para generar proyectos y someterlos al veredicto del Core a fines de junio.

Además, se anunció que, finalizado un catastro, el 70% de los equipos que se adquirieron para el nuevo hospital, serán instalados en el viejo centro asistencial en beneficio de los usuarios.

El gobierno regional sumó esfuerzos para disponer de un hospital de campaña ante una eventual emergencia, como la ocurrida, así como escolta policial a la ambulancia, para facilitar el traslado de pacientes a Antofagasta.