Aunque era uno de los tantos días laborales que registra el calendario, para 313 familias de Calama el viernes 13 de enero, fue día de fiesta. ¿El motivo? Ese fue el día que recibieron las llaves de la nueva casa, “nuestra casa, fruto de tantos años de penas blancas”, dice Tito Fernández, “El Temucano”, en ese tema que suena cada vez que se inaugura un nuevo conjunto habitacional y que dice mucho de verdad.

Porque es un largo proceso el que deben vivir las familias para hacer realidad el sueño de la casa propia. De hecho, fue el mismo Mauricio Zamorano, secretario regional ministerial, quien recordó que desde el 2008 y 2011 se remontan los comités de vivienda beneficiarios de las flamantes casas, puntualmente, Kaipa Inti y Transportistas II.

“Ya hemos entregado 1039 viviendas hasta el momento y falta todavía entregar otras más”, dijo, refiriéndose al complejo Las Vegas, sector donde se construyen 160 departamentos y cuyas obras registran un 90 por ciento de avance.

“Todo un contrapunto con lo que sucedió en la administración Piñera, donde apenas se construyeron 40 viviendas y más encima las terminamos de construir nosotros”, dijo el gobernador provincial, Claudio Lagos Gutiérrez.

El compromiso presidencia para Calama es llegar a las 2 mil viviendas el 2018, aspecto que se ve facilitado porque hoy, porque los terrenos donde se levantan los complejos residenciales son transferidos gratuitamente por Bienes Nacionales al MINVU, a diferencia de lo que ocurría en la administración Piñera en que Bienes Nacionales vendía al MINVU los terrenos, mermando las expectativas de las familias que se organizan a través de los comités.

Las casas del conjunto habitacional “Inés de Suárez” II, comprenden una superficie de 45 mt2 y tuvieron financiamiento MINVU por un valor de 265.737 UF y generaron 728 puestos de empleo, construcción a cargo de Loga Ltda.

Las viviendas disponen de sistemas de agua potable, alcantarillado, alumbrado público, pavimento asfáltico en calzadas, soleras y aceras de hormigón. Es decir y como bien se escuchó decir entre los moradores al momento de pasar el umbral de la nueva casa, “niños, es llegar e instalarse…”