Un simple saludo como, “buenos días vecino, vecina…”, puede tener un efecto multiplicador en la salud emocional de un campamento.

Así lo han entendido, las familias del campamento “Lickan Tatai”, que elaboraron un documento, en rigor, una cartilla de buenas prácticas, para solucionar algunos problemas que han surgido entre las familias residentes.

“Entendemos que somos personas de diversos orígenes, pero tenemos en común valores, como el esfuerzo, el respeto, la cooperación y la búsqueda de una mejor calidad de vida para nuestras familias y la comunidad”, dice, a modo de introducción, el reglamento de convivencia.

El documento fue concordado por los presidentes de los cuatro comités que conforman el campamento -Yaqta Masi, Hogar Alto Loa, Madre Tierra y Licancabur- y en lo medular tiende a limar ciertas asperezas que están empañando la tranquilidad y seguridad de los vecinos.

Los representantes de los comités solicitaron una reunión al gobernador provincial, Claudio Lagos, para desarrollar un plan de trabajo que tiene como punto de partida el reglamento de convivencia que regula aspectos de la vida comunitaria, habitacional, el cuidado y mejoramiento del entorno.

El decálogo es drástico con acciones ligadas a robo, hurto, así como la venta y consumo de drogas y alcohol al interior del campamento. Por otra parte, aboga para que el diálogo y la mediación entre las partes, sean los caminos de solución a los conflictos.

El gobernador Claudio Lagos, destacó la iniciativa de los comités, porque, “la base de la buena convivencia es el respeto por el otro y este documento retrata el compromiso de las familias por hacer del campamento un lugar donde ellas puedan vivir dignamente”.

En la reunión, participaron también el suboficial Rodolfo Silva de Carabineros; Liliana Cortez, Conadi y profesionales del gobierno provincial que facilitarán la aplicación del reglamento en Lickan Tatai, campamento instalado en terreno otorgado por la Conadi y que alberga a 62 familias desde octubre de 2014.