Saborear frutillas a los pies del volcán Lascar… no tendría nada de sorprendente si no fuera porque esta apetitosa fruta está siendo cultivada en Talabre, comunidad apostada a 3.500 mnsm. y vecina de uno de los volcanes más activos de la región.
La frutilla, propia de los campos del sur de Chile, ahora intenta abrirse senderos en las alturas de Talabre, gracias a un proyecto de invernadero que incluye la producción de claveles y ajíes.
El invernadero se inauguró recientemente en el marco de la sesión del área de Desarrollo Indígena (ADI) de Atacama la Grande. La inversión bordea los 100 millones de pesos y es la resultante de la alianza público – privada, que en esta oportunidad conjuga la participación de los servicios públicos, Bienes Nacionales, Conadi, seremia de Agricultura y la empresa Soquimich.
“Para tal objetivo se capacitó a diez personas en técnicas hidropónicas para trabajar el invernadero. Esta iniciativa responde a un mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, en cuanto a su interés por disminuir brechas en las familias campesinas”, comentó gobernador Ochoa.
“La próxima fase del proyecto es la instalación de una sala de promoción y ventas, tal como ocurre ya en Socaire. En síntesis, estamos diciendo que la sesión de la ADI en Atacama la Grande, fue muy provechosa porque que también se entregaron terrenos a la comunidad”, puntualizó la autoridad.
La inauguración del vivero en Talabre tuvo la rúbrica del tradicional pago a la tierra y luego un paso por las instalaciones. Primeros en saborear las frutillas fueron Liliana Cortéz, de Conadi, el alcalde Aliro Catur de San Pedro de Atacama, el gobernador Eduardo Ochoa y la presidenta de la comunidad, Elisa Soza.